Hasta siempre, Bristol

Primera generación

En realidad no es una despedida. Pero como si lo fuera. El año que viene volverán con tres especiales, pero la serie ya no será una serie. Esta terminó hace ya tres semanas, cuando Channel 4 emitió "Finale", el 6x10. Hablo de 'Skins', -esa serie de jóvenes interpretada por jóvenes que da otra perspectiva de la juventud- pero eso ya lo sabéis. O deberíais, porque 'Skins' hay que verla. O al menos su primera generación, es decir, las dos primeras temporadas.

Eso sí, para mí, esta tercera generación (e incluso la segunda), no han sido tan desastrosas como puede parecer. La segunda generación (temporadas 3 y 4), con Effy a la cabeza, puede que fuera demasiado oscura, sobre todo hacia el final de la 4ª, pero de la espiral de autodestrucción en la que se habían metido, era complicado salir. Esta tercera generación comenzó bien, con mucha fiesta (esperable) y mucho lío de faldas (también esperable), pero se entretuvo demasiado con Matty, ese personaje que no aportaba nada más que morbosidad al asunto.

Segunda generación

A partir de aquí, si no sabes que pasó en Marruecos, deberías dejar de leer. Esto es, spoilers.

Así que llegó la sexta temporada y parecía que todo empezaba de cero. Borrón y cuenta nueva. Verano, vacaciones, diversión, sol, drogas, sexo... Marruecos. Allí volvió todo a explotar. Y nunca mejor dicho. Porque en ese coche se quedó uno de los mejores personajes, por lo menos la que unía al grupo, la que siempre parecía fuera de onda pero que era la única que entendía al resto. Esto es, Grace. La que consiguió hacer feliz al heavy de Rich, mientras ella bailaba ballet.

Y alrededor de ese acontecimiento se desarrolla toda la temporada. Matty desaparece, el resto vuelve al Reino Unido. Pero ya no es lo mismo. Sin Grace, Liv vuelve a sus locuras con un nuevo compañero llamado Alex (nuevo personaje de esta temporada, no se por qué, pero en fin, no hay vuelta atrás), Rich pierde un poco la cabeza, Franky decide seguir viéndose con el chico que conoció en Marruecos, etc. En fin, una maravilla.

Se suele decir que a los guionistas de 'Skins' les gusta dejar las segundas temporadas de la respectiva generación para liarlo todo al máximo, y aunque aquí ha sido así (no hay excepción en este caso), la verdad es que el final deja muy buen sabor de boca. En especial me deja feliz el final de Rich, con esa escena en la piscina, ese beso que le llevan a querer comenzar y ese adiós rompiendo la cuarta pared (o se despedía de Gracie?).

Pero tampoco me puedo quejar de ninguno. Bueno si, de Franky, no me ha gustado nada su evolución como personaje en ninguna de las dos temporadas. Nunca estaba en el lugar adecuado, y parecía que lo único que le gustaba era crear desastres para después salir corriendo. Aún así, ella también ha tenido su final feliz. Con lágrimas en los ojos, sí, pero feliz al fin y al cabo.

También me ha gustado mucho la evolución de Alo, que ha pasado de ser el despreocupado "Farm-boy" de la 5ª temporada a ser una persona cariñosa, atenta y preocupada por los suyos. Y así es como acabo hablando también de Mini, la cual será feliz con lo que le llegue, siempre consigue hacerse un hueco (primero su padre, luego el embarazo...). Molaría verles el año que viene felices juntos.

Por último quiero hacer mención especial a todos los actores que han pasado por la serie. Desde Dev Patel (es el más conocido), Joe Dempsie (Chris) o Hannah Murray (Cassie) en la primera generación; pasando por Ollie Barbieri (JJ) y Lisa Backwell (Pandora), mis favoritos de la segunda generación; o Sean Teale (Nick, cuya actuación en el episodio con su nombre es soberbia) y Freya Mavor (Mini) ya de la tercera. Pero no me olvido de ninguno. Supongo que trabajar con jóvenes inexpertos para interpretar a jóvenes inexpertos en la vida es difícil, pero todos lo hacen de maravilla.

Tercera generación (falta Alex, el nuevo)

Lo dicho, hasta siempre, Bristol. Hasta siempre, Skins.